Así es un chantaje de ETA

Señor Txiki Begiristain,

Saludos:

La organización Euskadi Ta Askatasuna le quiere expresar lo siguiente:

Hemos tenido conocimiento de que la Policía Nacional se ha dirigido a usted diciendo que su nombre aparecía en una carta cogida a la organización relacionada con el impuesto revolucionario o con un secuestro. Es mentira. Una mentira más. Suponemos que no le daría ninguna credibilidad, pero le hemos querido asegurar que es así, ya que creemos que está a favor de Euskal Herria.

Sí es cierto, en cambio, que la lucha a favor de Euskal Herria requiere muchos esfuerzos tanto en lo referente a recursos sociales, como bien sabe, como en lo referente a las necesidades económicas. Por ello, aparte de su voluntad y del apoyo moral y económico que le da a su familiar Lierni, si quisiera ayudar económicamente a la lucha que llevamos a cabo en defensa de Euskal Herria se lo agradeceríamos sinceramente, quedando siempre de su mano tanto la cantidad como la frecuencia (de una vez, anual...).

Por ello, y al igual que hacen muchos abertzales, quizá nos querría hacer llegar una cuota anual. Si su respuesta es afirmativa, le proponemos que la cantidad de esa cuota sea de SEIS MIL (6.000) euros. Le repetimos que es una petición de voluntad, y a la espera de tener pronto noticias suyas, reciba un cálido y cordial saludo.

Viva Euskal Herria Libre!

Viva Euskal Herria Socialista!

Euskadi Ta Askatasuna

E.T.A.

Nota: Le va otra carta para su amigo Joxe Mari Bakero".

Esto que habéis podido leer es una carta recibida por el ex-futbolista Txiki Beguiristain fechada en diciembre de 2002 y que fue el comienzo de una cadena de envíos y recibos de correspondencia por parte de Lierni Amendaritz, cuñada de Txiki y militante de ETA condenada a 57 años de prisión, con las que se enfrentó a la dirección de la banda terrorista por chantajear al ex-jugador y actual director deportivo del Fútbol Club Barcelona.

Si queréis saber más no os perdáis el extenso reportaje publicado hoy por el diario El País en su edición digital.

Así es un chantaje de ETA