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Ramón Chao escribe sobre los catalanes

(Artículo aparecido en "La Voz de Galicia").

Me gustan los catalanes porque a lo largo de su historia acogieron e integraron a íberos, fenicios, cartagineses, griegos, romanos, judíos, árabes y toda clase de charnegos y sudacas, sin conocer los problemas que afectan ahora a Francia; es un ejemplo.

Me gustan los catalanes porque ya el 7 de abril de 1249 el rey Jaime I nombró a cuatro prohombres de Barcelona (los paers) para dirimir los conflictos de la ciudad sin violencias ni reyertas. Esos hombres sabios, que pasaron a cien en 1265 (el Consell de Cent), iniciaron el sistema del gobierno municipal de Barcelona. Gracias a ellos reinó allí la concordia, y antes de empuñar las armas refirieron siempre emplear la razón.

Me gustan los catalanes porque en toda su historia no han ganado ni una sola guerra, y encima les da por conmemorar como fiesta nacional una de las batallas que perdieron en 1714 a manos de las tropas de Felipe V de Borbón.

Cataluña había dejado de ser una nación soberana. Desde entonces, cada 11 de septiembre muchos catalanes y catalanas, como hay que decir ahora, se manifiestan para reclamar sus libertades.

Me gustan las catalanas porque una de ellas, joven y bien plantada por cierto, no vaciló en pegarse a mi espalda durante cuatro días en el asiento trasero de una Vespa cuando recorrí la península en pos de Prisciliano.

Me gustan los catalanes porque tienen de emblema un burro tenaz, trabajador y reflexivo, muy alejado del toro ibérico cuyas bravas y ciegas embestidas lo abocan a la muerte. Estos animales son de una raza registrada, protegida, y prolíferos sementales. Al igual que el cava, se exportan a numerosos países para mejorar la especie autóctona, como a Estados Unidos, donde crearon el Kentucky-catalan donkey. Y allí no piensan, ni mucho menos, en boicotearlos.

Cierto es que en el carácter catalán confluyen las virtudes del asno. Pero los rasgos diferenciales no se limitan a los de este cuadrúpedo. La población catalana se define por una doble característica: el seny y la rauxa . El seny implica sabiduría, juicio mesurado y sentido común.. Tenía seny aquel catalán que iba en un compartimiento de un tren al lado de la ventanilla. Tiritaban de frío y los otros pasajeros le pidieron que la subiera: «Es igual», contestó a varias solicitudes, hasta que un mesetero se levantó furioso y alzó la ventanilla... ¡cuyo cristal estaba roto! «Es igual», volvió a repetir el buen hombre con toda su santa cachaza. Al seny le responde la rauxa, asimilable a la ocurrencia caprichosa, la boutade (frase ingeniosa y absurda). Cuando de joven el surrealista Dalí iba en el metro y veía a un cura con sotana, le decía: «Siéntese, señora».

La alianza de estas dos facetas en un solo individuo forma el carácter catalán, que se comunica, se comparte y se aprecia. El otro día al regresar a París en avión desde Barcelona quise ayudarle a un pasajero, dada la exigüidad del espacio, a ponerse el abrigo: «No, por favor, no se moleste, que bastante trabajo me cuesta a mí sólo»

Me gusta Cataluña porque allí, según Arcadi Espada, don Quijote recobró la razón, sin duda contagiado por el seny. Me hubiera dado mucha pena que el Ingenioso Caballero muriera loco. Me gusta Cataluña en fin y sobre todo porque uno de mis hijos eligió su capital para vivir en ella por ser una ciudad abierta, tolerante y discreta.

Firmado: Ramón Chao, músico, escritor y periodista, Caballero de las Artes y las letras por el Gobierno Francés (y padre del cantante Manu Chao).


Resulta extraño en estos tiempos que corren sentirse alagado por ser catalán, cuando a cada momento nos están cayendo bofetadas, y a la vez alegra el alma saber que alguien nos muestra el respeto que nos merecemos (como las demás regiones, por supuesto) públicamente, aunque sea de vez en cuando.

Un diez para Don Ramón Chao.


[Vía Facebook]


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Anchama dijo...

Amigo, tú sabes que aunque yo no soy catalana, y por nuestras provincias deberíamos de tener pique, os admiro, entre otras cosas porque los catalanes miran por ellos, por su tierra y prosperan. Un ejemplo de ello, es que dan clase de catalan GRATIS a los que no son de allí para que lo aprendan y se integren rápidamente.
Quizá España debería de mirar un poco a las provincias que van bien.
Un beso.
Anchama

Anónimo dijo...

Este "artículo" no tiene ni pies ni cabeza. Los catalanes no existían en la época de los íberos, fenicios, griegos, etc. Al contrario, fueron estos pueblos (y varios otros) los que, al cabo de muchos siglos, dieron origen a los actuales catalanes, igual que al resto de pueblos de la Península Ibérica (excepto los vascos, claro). También es falso que los catalanes no hayan ganado nunca ninguna guerra. En 1238 conquistaron Valencia. En 1331 conquistaron Mallorca. Entre 1318 y 1331 conquistaron Atenas y Neopatria, en Grecia, territorios que fueron saqueados por los famosos Almogávares. En cuanto al racismo hacia los inmigrantes (que es igual que en todas partes), tenemos ejemplos lamentables como el del alcalde de Vic. La historia de Cataluña no es ni mejor ni peor que la de cualquier otro pueblo/nación/estado del mundo.

Por cierto, en relación al título de este blog, "cogito ergo scribere" significa "pienso, luego escribir". Lo correcto sería decir "cogito ergo scribeo".

Jose, a secas dijo...

@Anlly, yo siempre he dicho lo mismo, que desde fuera se criticaba mucho a Jordi Pujol pero quizás haya sido uno de los mejores mandatarios de una comunidad autónoma en España. Después de la dictadura se aprendió a valorar lo que tenían en casa y a fijarse en otros países de Europa para avanzar. El problema en España es que sólo Cataluña y la Comunidad de Madrid consiguieron ponerse a nivel europeo y eso tiende a provocar envidias de las demás regiones.

Aunque me haya criado y siga viviendo en Andalucía (que es preciosa, todo hay que decirlo) siempre estaré orgulloso de haber nacido en Cataluña.

Un beso ;)


@Anónimo, los andaluces tampoco existían hasta hace poco más de 500 años y se hacen llamar "dueños de Andalucía".

Cataluña, como región quizás no pero los catalanes como nativos existen desde, al menos, el año 1117, mucho antes que la gran mayoría de las regionalidades españolas.

Los datos que aporta Ramón Chao no los he investigado yo. Tan sólo me he limitado a copiar y pegar un artículo con el que estoy (casi) totálmente de acuerdo.

Casos de xenofobia y racismo hay en todos lados pero estadísticamente en Cataluña es da en menos casos que en otras comunidades.

Y bajo mi punto de vista, la historia de Cataluña SI es mejor que la de cualquier región de España. Es lo que tiene pertenecer a un país que permite el libre pensamiento y en el que podemos disfrutar cierto grado de libertad de expresión. Si en mi propio blog no puedo escribir, opinar o publicar lo que me sale de la real gana mal vamos.

En relación al título... lo se desde que creé el blog. El problema es que "Cogito ergo scribeo" ya estaba registrado y no me permitía crearlo. Al poco tiempo lo eliminaron y quedó disponible pero ya era tarde. Hasta ahora... :)

Saludos :)

Mon dijo...

Anonimo:podias ser mas original y no copiar este comentario que haces de otro blog http://miquelturo.lacoctelera.net/post/2010/06/12/me-gustan-catalanes-ramon-chao
Aunque viendo el razonamiento que haces , lo encuentro logico...no das para mas

Jose, a secas dijo...

Ya ves Mon, gente que se aburre y se esconde tras un "Anónimo"... pena me dan.

Saluts paisano ;)

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