Qué dulce es la vida cuando la miras desde el lejano horizonte del amor y ahí te encuentras... divisándola y desarraigando el alma de dudas, pericias y demás sombras malditas.
Pero... ¿y si soplara una ventisca y cayeras del abismal horizonte? Entonces yo estaré ahí, impidiendo que tus sueños se añiquen contra las rocas encantadas de desilusión.
Yo te acurrucare, te daré nuevos sueños, te elevare a un nuevo horizonte de amor y para mi sera todo un placer pues...
...cuan dulce es la vida desde el abismal horizonte.Jose, a secas
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2 han dicho algo. ¡No te quedes mirando y participa!:
Me ha gustado tu escrito. Es tan difícil una relación...
Gracias Anlly. Hoy día no nos conformamos con nada, por mucho que nos de la otra parte...
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