- Agonía. Las moscas y otros insectos cadavéricos empiezan a revolotear sobre la cabeza del moribundo. Las hembras depositan los huevos en las comisuras de los labios y de los párpados.
- Muerte. Cese de las funciones cerebrales, paro cardiaco y fallo del corazón.
- 0-30 minutos. La sangre, por efecto de la gravedad, se deposita en las zonas bajas y se coagula. El cadáver adquiere un tono azulado, debido a la falta de oxígeno sanguíneo. Los esfínteres se relajan, lo que provoca la secreción de la orina y los excrementos.
- 1 hora. Aparecen la típicas manchas violáceas o de color rojo oscuro de la congestión.
- 4-5 horas. Manifiesto del rigor mortis o rigidez cadavérica, debido a los procesos físicos y químicos que acontecen en los músculos y la sangre.
- 24 horas. Surgen en el abdomen unas manchas de color verdoso. Son las primeras señales de la putrefacción microbiana. Esta empieza en los intestinos y se propaga por los vasos sanguíneos y los vasos linfáticos. Comienza a oler mal.
- 48 horas. Hace acto de presencia un líquido incoloro, la cadaverina, que resulta de la química de la descomposición de los órganos vitales.
- 72 horas. Fase de gasificación. Las bacterias aeróbicas, al consumir el oxígeno, se extinguen y dejan paso a las anaerobias, que no precisan del gas vital para sobrevivir.
- 1-2 semanas. Los insectos cadavéricos, también llamados escuadras de la muerte, se reproducen y alimentan de las partes blandas.
- 3 semanas. Desaparece el hígado.
- 5-6 meses. Desaparecen el corazón y el útero.
- 1 año. Al cabo de un año el cadáver no es más que un esqueleto, aunque es posible que queden restos de ligamentos y tendones, así como fragmentos de vasos sanguíneos. Varias generaciones de insectos, como mínimo 8, dejan los huesos totalmente limpios.
- Años-Siglos. La desintegración de los huesos se puede dilatar unos 5 ó 6 años más, aunque el esqueleto puede conservarse durante siglos. Las cenizas de un difunto pesan, dependiendo de su masa muscular entre 1 y 3,5 kilos. Hasta 1950 los ataúdes apenas se hacían a medida. Si un cadáver no cabía en el féretro, el empresario de pompas fúnebres rompía los tobillos y doblaban los pies hacia atrás.
Ésto es todo lo que sucede hasta que nos "convertimos en polvo":
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me he quedado traumado.
ahora ya no quiero morir.
xD
Y te vas a perder ese placer de sentir los gusanos sobre/dentro de ti? Jeje.
Me alegro de volver a verte por aquí Ettore. Un saludo ;)
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