Nunca lo dudé, en ninguno de las ocho entradas que le he dedicado en el blog. Wall-e es una obra maestra, una obra de arte, un espectáculo, simplemente una maravilla del cine.
Indudablemente el miércoles fui a verla en su estreno con C y los dos salimos con la misma sensación: haber disfrutado de la que sin duda es la mejor película del año y, posiblemente, de la historia del cine de animación.
Una cosa teníamos clara cuando salímos de la sala: es un claro homenaje al cine mudo, a Buster Keaton, a Charles Chaplin...
En sus primeros 45 minutos no existe un dialogo, unas palabras (a excepción del momento en que Wall-e y Eva se encuentran e intercambian nombres y una "pregunta": '¿instrucción?') pero si nos traslada a una atmósfera tierna, a unos escenarios envolventes en los que nos muestran, por ejemplo, unas vistas del espacio verdaderamente espectaculares, algunos guiños a Apple pues Wall-e tiene un iPod con el que, gracias a un ingenioso sistema de lupas, puede ver imágenes del musical "Hello Dolly" (¡y Eva tiene la apariencia de un hipotético iRobot!) y, como no, un homenaje al film "2001: Odisea en el espacio".
Hay momentos en los que te parece tener la lágrima a punto de salir sin que uno se dé cuenta así como te hace reír a carcajadas gracias a los tropiezos del robot triturador de basura.
No hay que olvidar que el largometraje pretende transmitir un mensaje humanista, ecologista (estamos en el año 2815, y la Tierra está asolada por la contaminación y de basura cuyas cantidades son tan grandes que ya no habita ningún ser vivo sobre el planeta), que reflexiona sobre los avances tecnológicos (los humanos que aparecen en la película tan sólo se comunican a través de monitores, se desplazan en vehículos que sobrevuelan el suelo a pocos centímetros, etc), el respeto a la naturaleza, la evolución de la sociedad y su culto al bienestar (las personas han perdido masa osea debido a su exceso de sedentarismo y su afán por la extrema comodidad), los sentimientos, el amor no correspondido y perseverante, etc.
Por supuesto que no tengo que volver a recomendaros esta maravilla digital.
Indudablemente el miércoles fui a verla en su estreno con C y los dos salimos con la misma sensación: haber disfrutado de la que sin duda es la mejor película del año y, posiblemente, de la historia del cine de animación.
Una cosa teníamos clara cuando salímos de la sala: es un claro homenaje al cine mudo, a Buster Keaton, a Charles Chaplin...
En sus primeros 45 minutos no existe un dialogo, unas palabras (a excepción del momento en que Wall-e y Eva se encuentran e intercambian nombres y una "pregunta": '¿instrucción?') pero si nos traslada a una atmósfera tierna, a unos escenarios envolventes en los que nos muestran, por ejemplo, unas vistas del espacio verdaderamente espectaculares, algunos guiños a Apple pues Wall-e tiene un iPod con el que, gracias a un ingenioso sistema de lupas, puede ver imágenes del musical "Hello Dolly" (¡y Eva tiene la apariencia de un hipotético iRobot!) y, como no, un homenaje al film "2001: Odisea en el espacio".
Hay momentos en los que te parece tener la lágrima a punto de salir sin que uno se dé cuenta así como te hace reír a carcajadas gracias a los tropiezos del robot triturador de basura.
No hay que olvidar que el largometraje pretende transmitir un mensaje humanista, ecologista (estamos en el año 2815, y la Tierra está asolada por la contaminación y de basura cuyas cantidades son tan grandes que ya no habita ningún ser vivo sobre el planeta), que reflexiona sobre los avances tecnológicos (los humanos que aparecen en la película tan sólo se comunican a través de monitores, se desplazan en vehículos que sobrevuelan el suelo a pocos centímetros, etc), el respeto a la naturaleza, la evolución de la sociedad y su culto al bienestar (las personas han perdido masa osea debido a su exceso de sedentarismo y su afán por la extrema comodidad), los sentimientos, el amor no correspondido y perseverante, etc.
Por supuesto que no tengo que volver a recomendaros esta maravilla digital.
2 han dicho algo. ¡No te quedes mirando y participa!:
Que ganas tengo de verla. Vaya manera de poner los dientes largos...
Si hay una productora con la que puedes entrar a ciegas al cine esa es Pixar. Si el resto le pusiera sólo la mitad de cariño a su guión que le ponen ellos... En vez de invertir en efectos especiales vacíos.
Bueno. A ver si para finales de verano puedo ir a verla.
Si el resto hiciera eso que dices nos lo pondrían muy difícil a la hora de elegir qué película ver.
Ya me contaras que te pareció. Saludos Iván.
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