Vuelvo a tener quince años

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En momentos de decadencia,
en momentos de cansancio,
cuando aparecieron los apuros
y sobrecargaron mi ilusión,
esperé en silencio
un ápice de esperanza.

Ahí apareciste tú
y te sentaste junto a mi.
Me escuchaste, me comprendiste,
conseguiste hacerme ver que todavía sirvo para algo,
que puedo ser importante para alguien,
que respiro, que estoy vivo.

Me has hecho ser capaz de caminar
sobre mares en tempestad.
Me has hecho valeroso de subir
a lo más alto sin tener miedo.
Me has hecho sentirme fuerte
cuando me apoyo en tus hombros.
Me has hecho conseguir más
de lo que hubiera sido capaz por mi mismo.

He vuelto a tener quince años
y a sentir escalofríos recorriendo mi cuerpo,
notar mariposas en mi estómago,
ahora, sin ti, no concibo nada.
No hay día, hora, minuto o segundo
que no estés en mis pensamientos, en mis sueños.

No hay momento en el que no piense
en aquel día que pasamos juntos.
En tu mirada. En tus locuras.
En tu sonrisa. En tus besos.
En tus manos. En tus caricias.
En tus susurros. En tus palabras.
En tus disculpas. En tus errores.
En tus excusas. En tus motivos.
En tus alegrías. En tus llantos.
En tus sutilezas. En tu sensatez.
En un instante. En la eternidad.
En un segundo. En una vida.
En todo y en nada.

Jose, a secas

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Vuelvo a tener quince años