Hacia tiempo que quería escribir esta entrada por varios motivos pero he elegido el día de hoy porque, tras los cambios ocurridos en mi vida en las últimas semanas, y que os he contado en anteriores posts, por fin estoy "viendo la luz".
Que yo recuerde, siempre he sido un chico con algún kilo de más, llegando a pesar 139 kilos en dos etapas de mi vida, la última hace casi dos años. Ahora, y sin recurrir a dieta alguna y con tan solo el ritmo de trabajo y el mantener unos horarios en las comidas, he perdido casi 20 kilos, estando ahora en algo más de 111.
No os imagináis la alegría que me llevé cuando, por fin y desde hacía mucho tiempo, podía colocarme una camiseta de la talla XL sin que se me marcaran las "chichas".
Quien me conoce dice que realmente no los aparento, pero esos kilos están ahí, la bascula no engaña.
Pero una cosa os digo y no quiero que suene a palabras de conformismo: soy feliz así.
Es cierto, si. Quizás me gustaría perder algún kilo más hasta quedarme en 95 pero que conste que nunca lo haría por algo estético si no por prevenir posibles achaques de salud en un futuro (tengo que deciros que actualmente no sufro ni de hipertensión, ni de hipercolesterolemia, ni de hiperglucemia, ni de ningún mal que empiece por "hiper"), con más posibilidades en una persona de mis características físicas que en una persona "normal".
Además de todo esto, acabo de leer una noticia que me ha hecho sentirme más orgulloso, si cabe, de como soy: el día 15 sale a la venta el libro "Memorias de una gorda feliz", un libro se Silvia Tarragona, que fue compañera de colegio de Judith Mascó, quien colabora con el prólogo del libro.
En el libro, Silvia nos habla de los gorditos glamourosos a lo largo de la historia: desde Enrique VIII a Obélix, pasando por Teté Delgado, Queen Latifah o Marilyn Monroe.
En el libro también aparecen varias citas de personajes famosos referidas al tema, como esta de Woody Allen que dice: "Cuando perdemos diez kilos podemos estar perdiendo los mejores kilos que tenemos. Podemos estar perdiendo los kilos que contienen nuestro genio, nuestra humanidad, nuestro amor y nuestra honestidad". Y razón no le falta porque son muchos los casos de celebridades que se han quitado de encima los kilos que más atractivo le daban, desde Fluvia Lacerda, hasta Sophie Dahl, la modelo del perfume Opium, pasando por Eva Herzigova, la modelo que hace años anunciaba el Wonderbra. Precisamente en su caso, la pérdida de estos kilos les ha restado todo su atractivo.
Pero el caso más sorprendente es el de Crystal Renn, una de las modelos más cotizadas actualmente y que, con 19 años y 1,74 cm de altura, pesa 70 kilos (un perfil no muy común en el mundo de la moda) y que, cansada de los sacrificios, llegó a pesar 49 kilos a fuerza de matarse de hambre, decidió un día volver a comer.
Hoy trabaja para la agencia Ford en el departamento de tallas grandes, y con su talla 44, ocupa las portadas de las mejores revistas de moda del mundo. Jean Paul Gaultier o Dolce&Gabbana, por poner algún ejemplo, la adoran.
Y es que, como dijo Elmer Rice (y haciendo referencia a otra cita publicada en el libro), "si la naturaleza quisiera que nuestro esqueleto fuese visible, lo habría colocado fuera del cuerpo".
Mentira no es.
Que yo recuerde, siempre he sido un chico con algún kilo de más, llegando a pesar 139 kilos en dos etapas de mi vida, la última hace casi dos años. Ahora, y sin recurrir a dieta alguna y con tan solo el ritmo de trabajo y el mantener unos horarios en las comidas, he perdido casi 20 kilos, estando ahora en algo más de 111.
No os imagináis la alegría que me llevé cuando, por fin y desde hacía mucho tiempo, podía colocarme una camiseta de la talla XL sin que se me marcaran las "chichas".
Quien me conoce dice que realmente no los aparento, pero esos kilos están ahí, la bascula no engaña.
Pero una cosa os digo y no quiero que suene a palabras de conformismo: soy feliz así.
Es cierto, si. Quizás me gustaría perder algún kilo más hasta quedarme en 95 pero que conste que nunca lo haría por algo estético si no por prevenir posibles achaques de salud en un futuro (tengo que deciros que actualmente no sufro ni de hipertensión, ni de hipercolesterolemia, ni de hiperglucemia, ni de ningún mal que empiece por "hiper"), con más posibilidades en una persona de mis características físicas que en una persona "normal".
Además de todo esto, acabo de leer una noticia que me ha hecho sentirme más orgulloso, si cabe, de como soy: el día 15 sale a la venta el libro "Memorias de una gorda feliz", un libro se Silvia Tarragona, que fue compañera de colegio de Judith Mascó, quien colabora con el prólogo del libro.
En el libro, Silvia nos habla de los gorditos glamourosos a lo largo de la historia: desde Enrique VIII a Obélix, pasando por Teté Delgado, Queen Latifah o Marilyn Monroe.
En el libro también aparecen varias citas de personajes famosos referidas al tema, como esta de Woody Allen que dice: "Cuando perdemos diez kilos podemos estar perdiendo los mejores kilos que tenemos. Podemos estar perdiendo los kilos que contienen nuestro genio, nuestra humanidad, nuestro amor y nuestra honestidad". Y razón no le falta porque son muchos los casos de celebridades que se han quitado de encima los kilos que más atractivo le daban, desde Fluvia Lacerda, hasta Sophie Dahl, la modelo del perfume Opium, pasando por Eva Herzigova, la modelo que hace años anunciaba el Wonderbra. Precisamente en su caso, la pérdida de estos kilos les ha restado todo su atractivo.
Pero el caso más sorprendente es el de Crystal Renn, una de las modelos más cotizadas actualmente y que, con 19 años y 1,74 cm de altura, pesa 70 kilos (un perfil no muy común en el mundo de la moda) y que, cansada de los sacrificios, llegó a pesar 49 kilos a fuerza de matarse de hambre, decidió un día volver a comer.
Hoy trabaja para la agencia Ford en el departamento de tallas grandes, y con su talla 44, ocupa las portadas de las mejores revistas de moda del mundo. Jean Paul Gaultier o Dolce&Gabbana, por poner algún ejemplo, la adoran.
Y es que, como dijo Elmer Rice (y haciendo referencia a otra cita publicada en el libro), "si la naturaleza quisiera que nuestro esqueleto fuese visible, lo habría colocado fuera del cuerpo".
Mentira no es.
Post dedicado a una "amiga" muy especial ;)
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Yo soy bajita, así que peso menos de la mitad que tú pero no estoy flaca precisamente. Ni gorda. Al parecer el nombre técnico es "estar cantúa", o eso decía mi chico. :p
Lo de pasar hambre no va conmigo, me gusta la buena cocina y básicamente le doy a mi cuerpo lo que me pide. Siempre he pesado más o menos lo mismo; unos kilos más en invierno que quemo en verano simplemente porque me muevo más.
No sé si será porque todas mis parejas han sido tipo armario, pero me dan yuyu los hombres anoréxicos.
En general creo que los hombres estáis mejor cuando os sobra algún kilo que cuando os faltan. Así que mientras no represente un problema para vuestra salud, no pasa nada. Cuidarse pero lo justo.
Eso sí, el estereotipo del gordito feliz tampoco lo compro. En mi experiencia los hombres gordos (especialmente aquellos que han tenido un problema de sobrepeso toda su vida) suelen ser personas con muchos complejos, con una autoestima baja, depresivos y con problemas importantes para relacionarse con la gente. O sea que de felices nada.
Así que el secreto está en estar a gusto en tu piel, quererse a uno mismo y no definirse por los kilos que pesa uno. Una persona es más, mucho más, que su cuerpo. Y su mayor atractivo siempre residirá en la parte que no se ve.
Y el que no te quiera, que no te compre. ;)
Jeje, lo de "gordito feliz" me ha hecho mucha gracia pero también te digo que, si bien es verdad que siempre he tenido sobrepeso (que no "problemas" de peso), estoy en desacuerdo contigo en que, al menos en mi caso, no soy una persona ni con muchos complejos, ni con la autoestima baja (eso, a veces, me lo provocan otros problemas y no precisamente los físicos), ni depresivos, y ni mucho menos problemas para relacionarme con la gente. Así que si, soy feliz como estoy por mucho que les pese a algunos.
Si que te doy la razón en que el secreto es estar a gusto en tu piel y que quien no me quiera como soy, que no me compre.
Un saludo amiga Nuala ;)
Si te sientes tú feliz, no hay nada más que añadir.
Quedarse con el fondo o la forma de una persona, depende mucho de la escala de valores de cada uno, y eso no se puede cambiar.
Lo importante es como nos sentimos nosostros mismos.
Feliz domingo.
Muy bueno el chiste, Malina, jeje.
Gracias por tus palabras, Ana. Feliz domingo a ti también.
Me pasa como a Nuala, soy muy bajita y tengo más curvas que el Jarama... pero me gusto, y mucho. Ni mi familia ni mi novio ni mis amigos me querrían más, ni aprobaría antes las oposiciones, si me deshiciera de los kilos que me sobran... por lo que no es una prioridad en mi vida.
Llevo una vida normal (paso mucho tiempo sentada estudiando, pero también me encanta pasear), mi alimentación es equilibrada, y por ahora no me preocupa lo más mínimo. Sé que cuando me haga mayor quizá sea un problema, pero ahora no lo es.
Y yo tampoco me trago el estereotipo del gordito feliz, aunque conocí a una niña que era una rellenita preciosa y encantadora, se quitó 15 kgs en un verano y se le agrió el carácter y la figura...
Pues seguro que tanto Nuala como tu sois guapísimas.
Lo que dices es cierto, quizás cuando seamos mayores sea un problema pero de momento estoy bien así.
A lo mejor estoy fuera del estereotipo que todos os creéis :P
Lo de esa chica me lo creo porque a un conocido le ocurrió algo parecido.
Un saludo
Gracias por la parte que me toca. :)
De "ná" :P
Malina, gracias por recordarme esto. Hace tiempo que lo leí pero es buenísimo.
Si no te importa voy a convertirlo en una entrada, ¿vale?
Un saludo y a disfrutar de ese helado ;)
Ya está publicado ;) Gracias Malina.
"Si la naturaleza quisiera que nuestro esqueleto fuese visible, lo habría colocado fuera del cuerpo".
Qué gran frase! Habría que pegarla en todas las fachadas.
Podíamos pintarla al estilo grafitti XD
Un saludo Don't Worry
La estética es algo muy personal, con lo que el hecho de ser feo también lo es, y eso incluye el sobrepeso, la anorexia, tener la cara fea/bonita y cualquier cosa estética en general.
Pero si que es innegable que la obesidad agrava los problemas de salud, sobretodo a largo plazo.
Además, es incómodo en cuanto a calor, sudor y piel grasa (yo tengo la piel grasa y cuando gano unos quilos se me pone peor).
Por lo cual, es bueno intentar mantener un peso equilibrado.
Pero no veo correcto hacer dietas, sobretodo de 'privación'. En mi caso me inclino por comer alimentos ligeros (verdura, plancha, etc) pero en cantidad, no quedarse con hambre. Además, hacer el máximo ejercicio físico posible, ya que la sedentariedad afecta tanto o mas a las enfermedades que la obesidad.
De esta manera quizá se tarde mucho mas en adelgazar, pero se hace sin sufrir, mejorando nuestro estado físico y nuestra salud y con resultados mucho mas duraderos.
Al final, como dicen muchos médicos y nutricionistas, fruta, verdura y plancha. Y añado: en cantidad, sin exagerar pero nunca quedarse con hambre.
Pues yo, como podrás ver en otros post que escribí en su momento, he tenido la suerte de haber perdido algún que otro kilo sin esfuerzo, sin dietas. Ahora mismo estoy estancado en 104 pero precisamente esta tarde comienzo mis sesiones de entrenamiento en un gimnasio, y no por seguir perdiendo peso, que no lo descarto, pero si por reafirmar las "carnes" que se han quedado flácidas (bajo el brazo, la barriga, la papada, etc), cosa que si considero algo antiestético.
Una cosa tengo clara: en cuanto las "carnes" estén en su sitio, "adiós gimnasio".
Saludos Naguissa y bienvenida al blog ;)
Yo la verdad llevo casi 2 meses en el gimnasio y, si puedo, no lo dejo pasadas las vacaciones.
He conservado el mismo peso, no he perdido nada, pero he ganado muchísima agilidad, fuerza y coordinación.
Además, las clases con profesores, coreografías y música mákina estan muy bien.
La única pega es que voy con mi pareja, y los profes estan muy bien.... (esto último es broma, ¿eh? Aunque sí lo están, he de admitirlo).
Yo hace días que no voy por diversos motivos, pero principálmente por desgana.
No paso por un buen momento así que el gimnasio deberá esperar.
Saludos.
da lo mismo cuanto pesas lo importante es lo de adentro, no tiene sentido la vida si uno nunca puede disfrutar de nada, siempre privandose de una amburgesa o un completo, hay que vivir la vida y quererse uno mismo
Eso pensaba yo antes Música, que daba igual, hasta que bajé más de treinta kilos, aún comiéndome ese completo que tu dices, y me di cuenta que me encontraba muchísimo mejor, tanto estética como físicamente. Y me sigo queriendo igual que antes... o más si cabe ;)
DIOS no os atormenteis Fijaos, yo soy gordo, y tengo como novia a una modelo muy importante de mi pais, mis amigos no lo creen hasta que lo ven, por que dicen que soy gordo y feo y esta chica no puede estar conmigo pero me ama! solo sean ustedes mismos, dejen los complejos, yo tendre que bajar un poco de peso por ordenes de mi novia pero no os preocupeis tanto chicos! suerte.
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