¿El amor se acaba con la edad? ¿con la desilusión? ¿con el desamor?
Algunos dicen que la vida tiene otros alicientes tan importantes como el amor, para unos el trabajo lo es todo, para otros el creer que existe algo más allá, un lugar llamado cielo hace que vayan desgranando su vida, en el único convencimiento de que cuándo muera llegará a otra vida mejor.
Otros gastan su vida como su fuese una cebolla, van perdiendo capas por el camino, generalmente de forma voluntaria pensando que cuándo lleguen al fondo, llegarán a su meta y no perciben que si poco a poco vamos perdiendo capas al final no habrá nada, sólo dejaremos un rastro desecho por el camino y la meta no es otra cosa que la autodestrucción.
Es irrefutable que la vida tiene un fin y es la muerte. Esto es lo único seguro que existe, que todos acabamos muertos. Algunas mentes han diseñado una estrategia que consiste en hacernos creer en la ”trascendentabilidad” de la vida, “el hombre es más importante que cualquier ser vivo, es mucho más que un animal que nace, come, caga, se reproduce y muere” por eso, no puede ser posible que se nazca y se muera sin más, debe haber un “algo” que nos impida asumir esta triste realidad, aseguran debe haber algo más, y lo hacen porque se niegan a creer que sólo somos una ínfima parte de la maravilla del universo, y se niegan a autoconvencerse de la levedad del ser.
Para otros la vida es un camino, un camino cuya meta es acabar, pero dónde precisamente, si hay algo sin importancia es precisamente la meta, por eso es tan vital disfrutarlo. A veces este camino discurre por un suelo de terciopelo, otras veces por los desiertos más áridos, no existe comida, bien material ni espiritual que nos alimente verdaderamente, a veces la futilidad de las posesiones nos ayudan a creernos que somos felices y olvidamos que lo único que nos hace felices es el amor.
Su pérdida a veces puede hundirnos en lo más profundo y es entonces cuándo no debemos olvidar que ahí fuera existe alguien que moriría por ti, es entonces cuándo el saber que podemos volver a amar nos mantendrá a flote. El amor es como un flotador en medio del naufragio, son vasos de agua esparcidos por el desierto de la vida, no podemos obsesionarnos con él, pero si tenemos la suerte de encontrarnos con uno, debemos saborearlo, disfrutarlo, empaparnos de él, bebernos hasta la última gota, que hasta nuestro último poro exhale vida, porque al fin y al cabo, el amor mental, el deseo, la pasión es lo único que nos hará sentirnos vivos de verdad. Es por esto por lo que creo que el deseo de amor y de amar no puede tener edad ni fin, este deseo es lo que mueve el mundo.
Da igual que sea un amor infinito que un amor de una noche, lo importante es que cuándo nos llegue la hora podamos gritar: he vivido, amé y fui amado, hasta el último de mis poros gritó poseso de pasión, hasta el último de mis poros se derritió una y mil veces, hasta el último de mis poros se deshizo dándote amor. Si no amas y no deseas amar ya estás muerto.
A veces me he planteado esta pregunta: ¿se puede vivir sin amor? Hoy he comprobado que no...
Desde La vida es un ratico
Dedicado a una amiga, esa tan "especial" (Sí, es a tí, R) ;)
Algunos dicen que la vida tiene otros alicientes tan importantes como el amor, para unos el trabajo lo es todo, para otros el creer que existe algo más allá, un lugar llamado cielo hace que vayan desgranando su vida, en el único convencimiento de que cuándo muera llegará a otra vida mejor.
Otros gastan su vida como su fuese una cebolla, van perdiendo capas por el camino, generalmente de forma voluntaria pensando que cuándo lleguen al fondo, llegarán a su meta y no perciben que si poco a poco vamos perdiendo capas al final no habrá nada, sólo dejaremos un rastro desecho por el camino y la meta no es otra cosa que la autodestrucción.
Es irrefutable que la vida tiene un fin y es la muerte. Esto es lo único seguro que existe, que todos acabamos muertos. Algunas mentes han diseñado una estrategia que consiste en hacernos creer en la ”trascendentabilidad” de la vida, “el hombre es más importante que cualquier ser vivo, es mucho más que un animal que nace, come, caga, se reproduce y muere” por eso, no puede ser posible que se nazca y se muera sin más, debe haber un “algo” que nos impida asumir esta triste realidad, aseguran debe haber algo más, y lo hacen porque se niegan a creer que sólo somos una ínfima parte de la maravilla del universo, y se niegan a autoconvencerse de la levedad del ser.Para otros la vida es un camino, un camino cuya meta es acabar, pero dónde precisamente, si hay algo sin importancia es precisamente la meta, por eso es tan vital disfrutarlo. A veces este camino discurre por un suelo de terciopelo, otras veces por los desiertos más áridos, no existe comida, bien material ni espiritual que nos alimente verdaderamente, a veces la futilidad de las posesiones nos ayudan a creernos que somos felices y olvidamos que lo único que nos hace felices es el amor.
Su pérdida a veces puede hundirnos en lo más profundo y es entonces cuándo no debemos olvidar que ahí fuera existe alguien que moriría por ti, es entonces cuándo el saber que podemos volver a amar nos mantendrá a flote. El amor es como un flotador en medio del naufragio, son vasos de agua esparcidos por el desierto de la vida, no podemos obsesionarnos con él, pero si tenemos la suerte de encontrarnos con uno, debemos saborearlo, disfrutarlo, empaparnos de él, bebernos hasta la última gota, que hasta nuestro último poro exhale vida, porque al fin y al cabo, el amor mental, el deseo, la pasión es lo único que nos hará sentirnos vivos de verdad. Es por esto por lo que creo que el deseo de amor y de amar no puede tener edad ni fin, este deseo es lo que mueve el mundo.
Da igual que sea un amor infinito que un amor de una noche, lo importante es que cuándo nos llegue la hora podamos gritar: he vivido, amé y fui amado, hasta el último de mis poros gritó poseso de pasión, hasta el último de mis poros se derritió una y mil veces, hasta el último de mis poros se deshizo dándote amor. Si no amas y no deseas amar ya estás muerto.
A veces me he planteado esta pregunta: ¿se puede vivir sin amor? Hoy he comprobado que no...
Desde La vida es un ratico
Dedicado a una amiga, esa tan "especial" (Sí, es a tí, R) ;)
4 han dicho algo. ¡No te quedes mirando y participa!:
Poder si que se puede vivir sin amor, claro que si, otra cosa es sentirse vacío como muerto en vida.
Te he notado asi... como muy profundo hermanito, voy a terminar creyendo que tengo poderes jajaja
Abrazos ;)
Pòder se puede, la pregunta es si vale la pena...
Esa sensación la he tenido por momentos, Gem@. Siempre quedan dudas.
Ya se que lo has notado. No son poderes, es el lazo que une a unos hermanos ;)
Un abrazo Gem@.
Sevillista, yo creo que no vale la pena vivir sin amor pero, ¿y vivir creyendo que te aman y estar equivocado?... Lo dejo en el aire.
Un saludo y bienvenid@ al blog.
Poder se puede, y toda clase de vida merece la pena, aunque sea una infeliz. Además, el amor no asegura la felicidad. Sin lo que no se puede vivir es sin emociones; aunque en realidad sí se puede, pero estaríamos muertos por dentro si no por fuera.
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