Mientras en España esperamos a que finalmente Cultura e Industria se pongan de acuerdo acerca de qué dispositivos tendrán canon digital, y cuánto subirán de precio, los franceses asumen con resignación la extensión de esta tasa, con la que se quiere compensar a los autores por las copias privadas, a nuevos dispositivos.Actualmente, en Francia ya se aplica el canon en los CD, DVD y reproductores musicales, entre otros aparatos, y a partir del 1 de octubre se extiende a los discos duros externos, los dispositivos de almacenamiento USB y las tarjetas de memoria.
Algunas tiendas están aprovechando el tirón comercial, y animan a sus clientes a hacer sus compras ante la imperiosa subida de precios: un dispositivo USB de 16 Gigabytes costará 2 euros más, una tarjeta de memoria con la misma capacidad subirá de precio 95 céntimos y un disco externo de 400 gigabytes, 11 euros.
Ante este panorama, la plataforma Todoscontraelcanon sigue poniendo sus barbas a remojar y ha conseguido llamar la atención de la UE, quien parece estar dispuesta a regular la aplicación del canon de manera justa en todos los países.
Pero difícilmente llegará esta normativa a tiempo para frenar el canon digital en España, pues parece ser que ya existe un borrador oficial con todos los detalles para su aplicación, que se puede hacer público en la próximas semanas.
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